Nunca olvidaré cuando Leo y yo fuimos a nuestra primera manifestación aquí en Madrid, fuimos convocados por la plataforma de cultura contra la guerra, pudimos ver quiénes realmente eran los que movían todo esto y claro nos parecieron todos muy conocidos, actores, cantantes, pudimos reconocer a Javier Gurruchaga, a Eduardo Noriega, todos simples, en vaqueros y tenis, pero había ahí a quien nunca podremos olvidar, vimos a ese extraño personaje escondido tras unas gafas oscuras todo grande e imponente, y claro, extraño.
Aprovechando que teníamos que hacer un ensayo para la universidad, nos acercamos a él, huía despavorido tal vez anticipando la fama que aún no tenía, era Bardem, y yo le decía a Leo que se anticipara y lo abordara, ella no se cortó nada y fue a por él. Yo los seguí y los pude alcanzar y logré arrancarle un apretón de manos, llegué justo cuando Leo terminaba de casi rogarle que nos conceda una minientrevista a aquel tío que minutos antes había proclamado la igualdad, su antiamericanismo, antimperialismo, el NO A LA GUERRA, el Nunca Mais, Bardem le decía a Leo que no podría hacer la entrevista porque tenía demasiados compromisos, debía estar en NewYork, Los Angeles, Paris y yo pensaba en la guerra, en el chapapote y en que siendo tan fácil decir que no le daba la gana le dijo a Leo que le diera su teléfono, que él la llamaba.
Yo pensaba en Bardem y en su antiamericanismo y su antimperialismo, pensaba en el arte, pensaba en la ética, pensaba en la guerra. Pensaba en que Bardem pensaba en que en algún momento ganaría un Oscar y que así sí que sería famoso, así si usaría gafas oscuras y huiría de los fans y no fans; cuando pensé en esto pensé en realidad que cuando esto sucediese, Bardem le besaría el culo a Hollywood.
Bardem nunca llamó, entrevistamos a Gurruchaga y no ganamos un amigo pero nos regaló libros y conocimos su casa en Chueca, por lo menos él sí que lo intentó y nunca ganó un Oscar, ni falta que le hace...
Felicitaciones Javier,
Invix
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